Sobre

Sobre mí

Soy Diana Carolina Cobo Espinoza psicóloga clínica y sexóloga con más de 9 años de experiencia en la atención de adolescentes, adultos y parejas.

Me gradué como psicóloga clínica en 2014 en la Universidad Central del Ecuador y en 2019 finalicé mi máster en Sexología, educación sexual y asesoramiento sexológico en la Universidad Camilo José Cela en Madrid, España.

Poseo 9 años de experiencia atendiendo a adolescentes, adultos y parejas y cuento con varias formaciones en el ámbito de psicoterapia, educación y violencia. 

Como profesional de la salud mental, me considero una persona comprometida, amable, crítica y responsable. Soy curiosa por naturaleza y disfruto constantemente aprendiendo nuevas técnicas y enfoques para poder transmitir esos conocimientos a quienes confían en mí. Al igual que todos, tengo mis propias luces y sombras, y a través de los procesos terapéuticos que he experimentado, he aprendido a aceptar y construir la mejor versión de mí misma.

Sobre mí

Soy Diana Carolina Cobo Espinoza psicóloga clínica y sexóloga con más de 9 años de experiencia en la atención de adolescentes, adultos y parejas.

Me gradué como psicóloga clínica en 2014 en la Universidad Central del Ecuador y en 2019 finalicé mi máster en Sexología, educación sexual y asesoramiento sexológico en la Universidad Camilo José Cela en Madrid, España.

Poseo 9 años de experiencia atendiendo a adolescentes, adultos y parejas y cuento con varias formaciones en el ámbito de psicoterapia, educación y violencia. 

Como profesional de la salud mental, me considero una persona comprometida, amable, crítica y responsable. Soy curiosa por naturaleza y disfruto constantemente aprendiendo nuevas técnicas y enfoques para poder transmitir esos conocimientos a quienes confían en mí. Al igual que todos, tengo mis propias luces y sombras, y a través de los procesos terapéuticos que he experimentado, he aprendido a aceptar y construir la mejor versión de mí misma.

Comprendo los intereses y preocupaciones de las personas a las que atiendo.

Temas como la familia, la estabilidad emocional, las relaciones interpersonales, la salud y el bienestar son de suma importancia para mí, valoro la sinceridad, la generosidad, la empatía, la paciencia, la gratitud, el perdón, la humildad y la responsabilidad, me esfuerzo por crear un ambiente seguro y de confianza en el que mis consultantes puedan crecer y evolucionar. 

Mi misión como psicóloga es proporcionar a las personas que acuden a terapia las herramientas necesarias para enfrentar las adversidades de la 

vida y, de esta manera, establecer una mejor relación consigo mismas y con las personas que les rodean. Mi enfoque se basa en brindar apoyo emocional y guía para ayudarles a mejorar su calidad de vida en todos los aspectos de su vida.

Y como sexóloga, mi objetivo es promover una educación sexual de calidad y proporcionar las herramientas necesarias para que las personas puedan gozar plenamente de su sexualidad. Creo firmemente en la importancia de la salud sexual y en cómo puede influir positivamente en nuestra vida en general.

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Capacitación

Al retornar a Ecuador y enfrentarme a los diversos retos políticos, sociales y de salud que considero de suma importancia en nuestro país, he tomado la decisión de emprender y establecer mi propio espacio terapéutico. Hace algunos años, lo intenté junto a una colega y me encantó el nombre que elegimos en aquel entonces. Este nombre se quedó grabado en mi mente y deseaba mantener esa misma estructura. Sin embargo, por más que buscaba, no lograba encontrar un nombre que realmente reflejara lo que deseo transmitir.

En un día cualquiera, mientras leía el libro «Sé amable contigo mismo» de Kristin Neff, quedé cautivada por una frase que decía: «La compasión surge al reconocer la imperfección de la experiencia humana». 

Esta afirmación me hizo reflexionar acerca de las personas que acuden a mí en busca de orientación, juzgándose severamente por sus errores o anhelando vidas perfectas, relaciones ideales, progenitores o cónyuges impecables, y así sucesivamente. Sin embargo, la perfección no existe. Lo que sí existe es nuestra capacidad como seres humanos para ser compasivos, amables y empáticos, no solo con aquellos a nuestro alrededor, sino también con nosotros mismos, ya que no podemos dar aquello que no poseemos.

Y ahí se encontraba «Sympátheia», un término que tiene sus raíces en el antiguo griego y se origina en el pensamiento estoico. 

Este concepto se refiere a nuestra habilidad para reconocer que todo lo que nos rodea y ocurre en la vida está interconectado. Si en algún momento nos sentimos tristes, podemos optar por encerrarnos en ese sentimiento y creer que el mundo está en nuestra contra. Por otro lado, podemos comprender que no somos los primeros ni los únicos en experimentar tristeza, y a partir de ahí, descubrir la fuerza colectiva que nos une a otros y nos fortalece.

Basándome en este concepto, quiero transmitirte a ti, que buscas un espacio de apoyo, comprensión y crecimiento personal, ¡ESTÁS EN EL  LUGAR INDICADO! 

Trabajaré contigo para ayudarte a desarrollar una mayor autoconciencia, mejorar tus relaciones y alcanzar tus metas personales. Juntos exploraremos las áreas que te inquietan hasta lograr la resolución de conflictos y el desarrollo personal.

Te invito a explorar mi sitio web y descubrir más acerca de los servicios que brindo y cómo puedo asistirte. No dudes en comunicarte conmigo si tienes alguna pregunta o deseas programar una cita. Estoy aquí para ofrecerte el apoyo necesario en tu camino hacia una vida más saludable y plena.

Al retornar a Ecuador y enfrentarme a los diversos retos políticos, sociales y de salud que considero de suma importancia en nuestro país, he tomado la decisión de emprender y establecer mi propio espacio terapéutico. Hace algunos años, lo intenté junto a una colega y me encantó el nombre que elegimos en aquel entonces. Este nombre se quedó grabado en mi mente y deseaba mantener esa misma estructura. Sin embargo, por más que buscaba, no lograba encontrar un nombre que realmente reflejara lo que deseo transmitir.

En un día cualquiera, mientras leía el libro «Sé amable contigo mismo» de Kristin Neff, quedé cautivada por una frase que decía: «La compasión surge al reconocer la imperfección de la experiencia humana». 

Esta afirmación me hizo reflexionar acerca de las personas que acuden a mí en busca de orientación, juzgándose severamente por sus errores o anhelando vidas perfectas, relaciones ideales, progenitores o cónyuges impecables, y así sucesivamente. Sin embargo, la perfección no existe. Lo que sí existe es nuestra capacidad como seres humanos para ser compasivos, amables y empáticos, no solo con aquellos a nuestro alrededor, sino también con nosotros mismos, ya que no podemos dar aquello que no poseemos.

Y ahí se encontraba «Sympátheia», un término que tiene sus raíces en el antiguo griego y se origina en el pensamiento estoico. 

Este concepto se refiere a nuestra habilidad para reconocer que todo lo que nos rodea y ocurre en la vida está interconectado. Si en algún momento nos sentimos tristes, podemos optar por encerrarnos en ese sentimiento y creer que el mundo está en nuestra contra. Por otro lado, podemos comprender que no somos los primeros ni los únicos en experimentar tristeza, y a partir de ahí, descubrir la fuerza colectiva que nos une a otros y nos fortalece.

Basándome en este concepto, quiero transmitirte a ti, que buscas un espacio de apoyo, comprensión y crecimiento personal, ¡ESTÁS EN EL  LUGAR INDICADO! 

Trabajaré contigo para ayudarte a desarrollar una mayor autoconciencia, mejorar tus relaciones y alcanzar tus metas personales. Juntos exploraremos las áreas que te inquietan hasta lograr la resolución de conflictos y el desarrollo personal.

Te invito a explorar mi sitio web y descubrir más acerca de los servicios que brindo y cómo puedo asistirte. No dudes en comunicarte conmigo si tienes alguna pregunta o deseas programar una cita. Estoy aquí para ofrecerte el apoyo necesario en tu camino hacia una vida más saludable y plena.